Cartagena

Un año empoderando a comunidades vulnerables en el Caribe

Desde el 01 de abril 2023 hasta 31 de marzo del 2024, el proyecto Esperanza sin Fronteras, liderado por World Vision contribuyó al proceso de integración social, económica y protección integral de la población migrante, retornados y de acogida, incluyendo a la población indígena en Maicao, Riohacha y Cartagena.

El proyecto Esperanza sin Fronteras, de la organización humanitaria World Vision, realizó talleres, capacitaciones y acompañamiento enfocado en la educación financiera, el fortalecimiento de emprendimientos y la cultura del ahorro para mejorar la calidad de vida de las familias de la población migrante e indígena, especialmente la niñez.

184 participantes en Cartagena y la Guajira se graduaron del proceso de Educación Financiera, finalizando con éxito los temas impartidos enfocados en cómo mejorar el manejo de sus recursos, economía familiar, ahorro, conocer el sistema financiero colombiano, marketing digital y administración de deudas. Estos talleres se articularon con acciones de la Universidad de La Guajira.

Se fortalecieron 160 emprendimientos de mujeres, en su gran mayoría, las cuales ahora tienen un medio de trabajo que les ayuda en el sostenimiento del hogar, mejora la situación económica, les permite trabajar y cuidar de sus hijos estando en casa.

Y, finalmente, se constituyeron 10 grupos de ahorro en las tres ciudades, con una asistencia de 164 participantes.  Esta metodología les permitió crear un ahorro semanal a partir de la compra de acciones con valores que oscilan entre los dos mil a cinco mil pesos. Asimismo, el grupo de ahorro les  permitió realizar pequeños préstamos para fortalecer sus emprendimientos.

Por otra parte, la falta de opciones de empleo afectan gravemente a las familias en condición de vulnerabilidad, en donde, según la Cámara de Comercio de la Guajira hacia enero del 2024, Riohacha presentó la mayor tasa de desempleo en la costa atlántica con un 18%.

Adicional a ello, la falta de oportunidades de generar ingresos económicos ha obligado a las familias a vivir en asentamientos periurbanos informales, como en Maicao, ya que gran parte de la población no puede pagar un alquiler.

Cabe resaltar que en la ciudad de Cartagena, la situación de la población migrante venezolana también se ve afectada por la falta de oportunidades de empleo y acceso a bienes y servicios para suplir sus necesidades. Según la Cámara de Comercio de La Guajira, Cartagena ocupa el segundo puesto con la ciudad con la tasa más alta de desempleo con el 14%.

Las cifras, que dejan entrever las dificultades de la población vulnerable, pusieron en marcha durante 11 meses el proyecto Esperanza sin Fronteras de World Vision, el cual apoyó a la inclusión financiera de la población en las tres ciudades priorizadas, en las cuales se tuvo enfoque de inclusión con la población indígena y de género.

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