A PROPÓSITO DE EXORCISMOS
Por Álvaro Morales de León.
Para muchos fue una desfachatez la solicitud que le hizo el nuevo alcalde de Cartagena, doctor Dumek Turbay, a la Curia de esta ciudad para exorcizar el recinto y el mobiliario donde despachará como Alcalde de la ciudad desde el Palacio de la Aduana, exorcismo que a la fecha no sabemos ni tenemos información si en verdad la Curia atendió la solicitad del Alcalde para la sesión de exorcismo que justifica el mandatario con la necesidad de “limpiar” este recinto dada la presencia, según Dumek Turbay, de espíritus y fuerzas malignas que podrían estar encarnadas William Dau, el anterior alcalde.
Del exorcismo se sabe que es una práctica religiosa o espiritual realizada contra una fuerza maligna, que utilizando diversos métodos busca expulsar, sacar o apartar a dicho ente de la persona, objeto o área que se encuentra poseída por la entidad maligna que somete y controla al poseído. Estos entes, dependiendo de las creencias de los implicados, pueden ser demonios, espíritus, brujos, etc. El objeto de la posesión puede ser una persona o animal, objetos e incluso lugares como pueblos o casas.
No está perdido ni desenfocado el alcalde Turbay Paz con la solicitud hecha a la Curia de esta ciudad para exorcizar su despacho, y no lo está porque el exorcismo es una práctica espiritual y religiosamente válida desde la antigüedad.
Sobre el exorcismo como práctica espiritual para expulsar demonios en personas poseídas dan cuenta los evangelistas Mateo, Marcos y Lucas en las Sagradas Escrituras, las que con claridad se registran en el Libro Sagrado sobre exorcismos que el mismo Jesús de Nazaret, en persona, practicó para liberar, especialmente, a personas poseídas por espíritus inmundos como aquel exorcismo que le practicó a un joven de la región de Gadara, cercana a Galilea, poseído por un espíritu maligno que lo mantenía desnudo, viviendo en los sepulcros y hablando todo tipo de groserías y vulgaridades.
La solicitud que hizo el Alcalde Turbay a la Curia de Cartagena para exorcizar su Despacho pone al Alcalde Turbay en un alto nivel de espiritualidad y fe por las cosas religiosas, augurándole cuatro años de buen gobierno que de continuar así sin quebrantar el rito de limpieza espiritual con el que encomendó su mandato a Dios.
Pero esta buena acción espiritual con la que inició su gobierno el alcalde Turbay, la de exorcizar los malos espíritus de su Despacho, debería recomendársela a cada uno de los diecinueve Concejales de la ciudad y, también, a cada uno de los veintisiete Ediles de Cartagena; pero además, y dada la empatía que ha mostrado con el gobernador de Bolívar, Yamil Arana, debe proponerle o aconsejarle que también haga en su despacho una sesión de exorcismo, sin excluir a los catorce diputados de la Asamblea de Bolívar y a todos su equipo de gobierno.
Finalmente, aclarando, que el exorcismo es una práctica religiosa válida y reconocida que nada tiene que ver con la brujería, hechicería, satanismo, magia negra, ocultismo ni lectura de cartas, tampoco horóscopos; por lo tanto, creemos que en cuanto a la fe y el respeto por los ritos y sanas prácticas religiosas, le pueden augurar cuatro años de buen gobierno.
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